Publicado en www.publico.es
El 
Partido Popular se mostraba en campaña especialmente preocupado por el 
poder adquisitivo de los pensionistas. "A mis 78 años nunca me habían 
bajado mi pensión, tengo tres hijos y ocho nietos, son lo que más 
quiero, y no me iré tranquilo de este mundo si no veo que las cosas se están arreglando", afirmaba un jubilado en uno de los spots que realizaron los conservadores.
Eran
 los primeros meses de 2011, cuando Rajoy defendía que la congelación de
 las pensiones se debía a que el PSOE no había "sabido gobernar". Por 
entonces, su receta era crear empleo, algo que de momento el Ejecutivo 
conservador no ha logrado. "Cuanto más gente haya trabajando y cotizando
 más dinero habrá para pensiones. Si no hay empleo y si no se hace una 
política económica que genere confianza, es muy difícil que podamos 
mejorar el sistema de pensiones", advertía.
En aquel momento, el PP se opuso frontalmente a la congelación de las pensiones.
Se
 acercaban las elecciones, y el entonces líder de la oposición 
manifestaba que no tenía "ningún interés" en meter mano a las pensiones.
 A pocos días del 20-N, Rajoy aseguraba: "Quiero una administración  con
 un sistema de pensiones públicas que no esté constantemente puesto  en 
tela de juicio por la incompetencia del gobierno".
Más
 recientemente, en una entrevista en RTVE el pasado 10 de septiembre, el
 presidente del Gobierno seguraba su intención de no tocar las nóminas 
de jubilados. "Si hay algo que no tocaré serán las pensiones. El 
pensionista es la persona más indefensa, el que lo tiene más difícil", 
aseguró. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
