Las demandas por cláusulas suelo se acumulan en juzgados tinerfeños

Llegan por decenas en las últimas semanas y su presentación en los juzgados tinerfeños y canarios se ha multiplicado de forma considerable.

La pugna que mantienen muchos clientes de la Banca española con sus entidades sigue creciendo y parece lejos de remitir a pesar de que la Justicia se mantiene inexorable a la hora de dar la razón al pequeño ahorrador y de señalar las conductas inapropiadas practicadas por algunas entidades.
El nuevo combustible que reaviva este fuego en los juzgados tinerfeños son las llamadas cláusulas suelo, ya que algunas firmas se niegan a extender la conocida sentencia del Tribunal Supremo que, con fecha de mayo del año pasado, resaltó la nulidad de las mismas cuando la información facilitada al cliente no ha sido la adecuada.

Basta con ojear las motivaciones del Alto Tribunal para percatarse de que las cláusulas suelo son uno más de los productos tóxicos que se comercializaron en España de forma masiva cuando las entidades financieras optaron por recabar fondos en su red de sucursales, cerrado como estaba el crédito internacional interbancario a cuenta de los primeros efectos financieros de la crisis.

“En cierto modo, el esquema viene a ser el mismo”, explica el especialista habitual de DIARIO DE AVISOS para estos casos, el letrado tinerfeño Carlos Gómez, quien ya hace años alertase sobre los swaps, clips y otros similares. “El motivo por el que ahora la Justicia vuelve a dar la razón de forma mayoritaria a los clientes es que estas cláusulas suelo son consideradas como abusivas”.

Gómez explica, en sencillas palabras, lo que son las cláusulas suelo: “Como su propio nombre indica, es una cláusula que impide al cliente que se beneficie en su hipoteca de la bajada de los tipos de interés. Por citar un ejemplo, si en su contrato le pusieron como cláusula suelo un 3%, pues no paga menos desde que los tipos bajaron tanto como lo han hecho. Pero es que además de no beneficiarse el cliente de la bajada de tipos de interés, no hay contraprestación de la otra parte, dado que las llamadas cláusulas techo se situaron en niveles nunca alcanzados, y menos en una situación económica como la actual, ya que lo normal es que dichas cláusulas techo se sitúen en un 9 o incluso un 10%”.

Sobre la sentencia del Supremo, el letrado tinerfeño también aclara que responde a “una demanda general presentada por Ausbanc contra tres entidades. Precisamente, por ese carácter general es imposible que se aplique la retroactividad para que los clientes cobren el dinero percibido indebidamente por los bancos, tal y como ya se ha reconocido por parte de algunas audiencias provinciales. Por eso lo mejor es reclamar de forma individual”.

Fuentes de la Administración de Justicia en Tenerife consultadas por este periódico confirmaron que, en los últimos meses, las demandas por cláusulas suelo han crecido exponencialmente y, sin llegar al nivel de las conocidísimas participaciones preferentes, sí recuerda a las mismas por el considerable tráfico jurídico que están protagonizando en el juzgado. El especialista tinerfeño lo confirma: “También hemos detectado un aumento de clientes por tal cuestión en el despacho, y aunque nuestra especialización en estos asuntos nos permite asumirlo resulta evidente que la ciudadanía se está decidiendo a reclamar por estos temas”, apunta Carlos Gómez.

Pero si ahora se cuentan por decenas es previsible que este incesante goteo se convierta en aluvión. Por ejemplo, en Málaga se cifra en unos tres mil los afectados que han optado por la vía judicial para que se les devuelva un dinero que consideran han pagado de forma indebida.


Mientras tanto, hay dirigentes políticos canarios que ya se han manifestado con rotundidad contra estas prácticas. Un ejemplo es el ahora alcalde La Orotava, Francisco Linares. El pleno de dicha localidad aprobó a primeros de año con los votos a favor de CC, PSOE y Mixto (IpO), y el negativo del PP, una moción para solicitar al Gobierno del Estado una proposición de ley para declarar abusivas las cláusulas suelo.

Publicado el 21/04/2014 en www.diariodeavisos.com

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